El Rugby es un deporte diferente a todos los demás. No porque se juegue con un balón con forma de melón, o por su particular reglamento. El rugby es diferente, o a mí me gusta decir que es un deporte especial, por su historia y por los valores que van ligados a su práctica desde su origen.

Y nunca podemos permitir que esos valores se pierdan, porque si se pierden dejaría de ser Rugby. Y cuando hablo de los valores de este deporte, me gusta empezar mencionando el trabajo en equipo, ya que de este valor emanan todos los demás: Respeto, Solidaridad, Sacrificio, etc.

Y es que el Rugby sin trabajo en equipo no se entiende. En lo deportivo en otros deportes, como el fútbol o el baloncesto, la excelente actuación individual de un jugador puede hacer ganar un partido a un equipo. ¿Cuántas veces hemos leído en la prensa que un jugador ha metido un gol, y ha hecho ganar el partido a su equipo? En nuestro deporte esto sería impensable. No pasa. Aquí el que finaliza la jugada y mete puntos lo  hace gracias a la labor colectiva de sus compañeros.

Foto: Alessio Brengetto

El ejemplo más claro de trabajo en equipo durante un partido es la melé, fase estática que se produce cuando hay un balón adelantado, un balón injugable o por decisión después de un golpe de castigo o franco. En esta fase estática se enfrentan dos delanteras formadas por 8 jugadores. Para que explicar la importancia de esta faceta del juego hay una refrán inglés que lo deja claro: “No Scrum, No Win”. Lo cual viene a decir que si no tienes una buena melé, lo tendrás muy difícil para llevarte la victoria.

En la melé el trabajo en equipo es fundamental, ya que ocho jugadores tienen que trabajar por un mismo objetivo: ganar la posesión del balón. Para ello deberán empujar de forma coordinada e intentar ganar territorio y la posesión del balón al equipo contrario.

Pero detrás de cada melé, hay una historia donde entran otros valores como el sacrificio, y el respeto. Respeto al entrenador, que ha preparado el entrenamiento de melé; a tus compañeros que han antepuesto el entrenamiento a sus familias o amigos; e incluso a ti mismo, ya que siempre podemos mejorar.

Sacrificio, ya que la melé es una situación que exige mucho física y psicológicamente, y hay que conseguir estar al 200% en cada entrenamiento, y cada partido para cumplir contigo mismo y con tu equipo.

Por otro lado, el trabajo en equipo es fundamental para conseguir éxitos en las distintas secciones del Club. La experiencia a la hora de buscar la formación integral de un jugador de rugby en categorías inferiores, se asemeja a los planes de educación en los cuales los niños van pasando etapas, en las cuales adquieren conocimientos y cumplen objetivos.

Y aquí entra otra vez como protagonista el trabajo en equipo, ya que los entrenadores de las diferentes categorías deberán de aunar conocimientos e ideas, para planificar la evolución del jugador categoría a categoría, todos con un mismo objetivo que es que cuando termine su etapa de “formación” y llegue al equipo Senior sea un jugador bien formado.

Otro claro ejemplo de ese espíritu de equipo que envuelve a nuestro deporte se ha reflejado a raíz de la difícil situación que está viviendo mi club, el Trocadero Marbella Rugby Club. Se nos reclaman más de 100.000 euros, correspondientes al IBI de los últimos cuatro años por la concesión por parte del Ayuntamiento del campo donde jugamos, sin haber sido avisado debidamente.

Y precisamente en estos días el Rugby ha vuelto a demostrar su espíritu de equipo con innumerables muestras de cariño y apoyo hacia mi club de otros equipos, jugadores y aficionados de nuestro deporte. Como muestra, el mensaje de uno de nuestros rivales más duros y competitivos en el campo, San Jerónimo: “Mucho ánimo a nuestros amigos de @MarbellaRugby sin son tan duros fuera del campo como lo son dentro, de esta salen rápido, un abrazo”.

En estos días más que nunca me siento muy orgulloso de haber elegido este deporte como principio de vida. El deporte de equipo por excelencia. El Rugby.