Iniciamos la semana con otra gran gesta, otra vez de manos de los ya consolidados super héroes del rugby siete masculino. Mucho podríamos analizar de lo que significa esta victoria y esa plaza para las SWS en la temporada 17-18. Pero hoy vamos a centrarnos en otra cara del rugby…

Una sociedad cada vez más competitiva, en el que nos enseñan desde muy pequeños a intentar ser el mejor, a veces incluso a costa de nuestra propia felicidad. Una sociedad demasiado “embrutecida”, centrada en producir y consumir. Una sociedad que desafortunadamente ha normalizado las situaciones de violencia e injusticia, a todos lo niveles, incluso en algunos ámbitos deportivos.

¿Es todo un horizonte de oscuridad? No, no lo es. Algunos dicen que explotamos en exceso los factores positivos que el Rugby aporta a las personas que se acercan a él. Es cierto que no es un mundo de rosas y que aún quedan muchas cosas por mejorar, pero es indudable que el Rugby es mucho más que un deporte y que sigue cambiando vidas.

Multitud de proyectos sociales y benéficos nacen de muchos Clubes y Federaciones de Rugby, en casa y más allá de nuestras fronteras. Destaca la apuesta de Vitoria y ESCOR Gastadi Rugby Taldea por el Mundial de Rugby Inclusivo que se celebrará el próximo agosto. Pero su trabajo empezó mucho antes, por su tremenda pasión por abrir el rugby a todos, sin duda porque el rugby cambia y mejora las vidas que toca.

No tenemos duda que será un éxito, por el cariño, trabajo y valores en el que está sustentado.

Y también estas iniciativas surgen de situaciones duras. Iniciamos un proyecto en Málaga por vivir de cerca el cáncer. Estela nos guió y lideró este Torneo, siempre entendiéndolo como un día de fiesta en el que jugamos juntas para luchar contra la enfermedad. Un día especial, único, que dedicamos a todas las personas que trabajan diariamente por mejorar la vida de los enfermos, por mejorar los sistemas de ataque de la enfermedad y por la investigación para que algún día se encuentre la cura definitiva. Gracias a ASAMMA, AECC, CUDECA, AVOI,  y AMPILE, ojalá sigan sumándose muchas más. No me quiero olvidar de nuestras amigas de Diseño Social que nunca nos sueltan de la mano para mejorar nuestra realidad con pequeños gestos.

Por eso es una acción benéfica que repercute en las Asociaciones, las que sin duda tienen el mayor mérito por su trabajo diario, incansable y nada fácil. Cada edición se dedica a una “tipología” de cáncer y colaborando con distintas acciones. Lo iniciamos con el cáncer de mama, donde la detección y prevención tiene un peso enorme. Quisimos estar cerca de los más pequeños, los casos sin duda más duros. Y esta quinta edición hemos estado “Unidas hasta la Médula”, inspiradas por nuestro compañero Ángel de Ornitorrincos Granada y Pablo Ráez. Ambos lucharon por la concienciación de la gran necesidad que hay de donantes y lo realmente sencillo que es ayudar a salvar vidas.

Cada año este duro trabajo nos deja felices y a la vez un poco “tocadas”, porque nos gustaría poder hacer mucho más. Por eso, desde estas líneas rendimos nuestro pequeño homenaje al equipazo que cada año lo saca adelante: clubes asistentes, patrocinadores, colaboradores, familia y amigos, en especial a Andrea García que incluso en la distancia lo coordina como nadie y a Vito Díaz por mantenernos conectados a esa sonrisa que siempre nos guía.

Es muy cierta la frase: “Este mundo necesita más Rugby” y en este caso va más allá de la parte deportiva, porque sus valores traspasan la línea de cal.