UN PARTIDO MÁS,OTRO PASO AL FRENTE


Otro avión que me trae de vuelta a casa, otro nuevo país que he podido descubrir, otras dos formas nuevas de dar las gracias. Pero algo que permanece, esa sensación de felicidad y satisfacción por poder disfrutar tanto de este camino.

Este fin de semana no he hecho nada distinto, he arbitrado un partido de 80’ entre dos equipos asistida por dos compañeras, con las que había trabajado previamente. Misma dinámica de preparación: entrenamiento físico orientado al “game day”, análisis de video, fijar objetivos y comunicación con el equipo a 3. Cuidar detalles como viaje, alimentación, horarios y material necesario, aquí reconozco que tuve que rescatar la térmica por el contraste de temperatura con nuestro aparente eterno verano.

Pero muchas personas han remarcado estos días que en este partido se haría historia… de lo que personalmente, he preferido aislarme y minimizar. Ha habido otras compañeras antes que yo que han dado pasos en el ámbito masculino, cierto es que ha sido en encuentros amistosos y este es el primer oficial con puntos en juego, dentro de las competiciones Rugby Europe y para el ranking mundial. Pero sin ellas, yo no hubiera podido tener esta oportunidad. Todas sumamos y todas permanecemos, asumiendo un papel enmarcado en distintas épocas y realidades.

Y también prefiero darle la importancia justa, por dos razones. Una es que aún queda por ver si esto es algo que suponga un cambio real, no sea solo flor de un día, con el objetivo que las designaciones a nivel internacional no se limiten por género (mujeres arbitran competiciones femeninas y hombres masculinas) Y dos, cuanto más natural y menos se resalte este hecho, más cerca estaremos de una igualdad real normalizada.

Bien es cierto que para alcanzar esa natural igualdad es necesario visibilizar estos hechos, para romper ciertos mecanismos aún anclados en una mentalidad del pasado, donde las oportunidades eran escasas o nulas. Por ello, no he dudado en atender a aquellos que han querido hacerse eco del partido del pasado sábado, además de por sumar espacio para nuestro deporte que vuelve a dar ejemplo de sus valores y esencia.

La experiencia no ha podido ser más positiva. Dos equipos que se conocen bien, con esa especial rivalidad de un derbi, pero en el que se palpó un claro espíritu de juego limpio y camaradería. Los abrazos y felicitaciones al final del encuentro, tras un apretado 15-8 con emoción hasta el último suspiro, lo decían todo.

 

A nivel arbitral no pude estar mejor acompañada, dos amigas con las que trabajé hace unos años en las World Series de Amsterdam. Con una amplia experiencia, están habituadas a hacer de asistentes en esta competición conociendo bien a los equipos, siendo referentes en sus respectivos países donde han sido pioneras. Ambas me han transmitido una motivación, energía e ilusión desde el principio, lo que siempre suma un plus para disfrutar juntos. Nuestras sonrisas al final del partido hablan por sí solas.

 

 

Muchos familiares, amigos y aficionados al rugby me han mandado su apoyo, cariño y fuerza para este reto esta semana… y una vez más las palabras se quedan cortas para daros las gracias. Algo que siempre he tenido presente es que este camino he podido hacerlo gracias a muchos compañeros que han empujado en positivo en los buenos, y sobre todo, en los no tan buenos momentos que también los ha habido. Este pequeño hito, también es vuestro.

Y la sonrisa vuelve a aparecer antes de aterrizar en casa.. una vez más  con la motivación renovada para seguir soñando con más. Pensando ya en el entreno de mañana, en la revisión del partido para mejorar, para el día que llegue el siguiente reto, cogerlo con ambas manos y aprovecharlo.

Ayer fue un partido más de rugby pero que guardaré en el recuerdo con un cariño especial, por todo lo experimentado a nivel personal y por lo que pueda significar para el futuro a nivel global.

¡Kiitos, Takk, Thanks & Gracias!

 

 

 

 

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